Ex altos cargos, concejales y miembros relevantes del Partido Popular de la Región de Murcia se rebelan antes los mensajes autoritarios de la dirección regional
Son muchas las voces en el Partido Popular de la Región de Murcia que están subiendo el tono ante los mensajes imperativos que ha lanzado la dirección regional del partido en un intento desesperado para mantener a López Miras y evitar cualquier alternativa democrática y legítima como la de la alcaldesa de Archena.
El que fuera alcalde de las Torres de Cotillas y portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Popular en la pasada legislatura, apartado de la primera línea política de una manera abrupta por lo que pareció una operación de limpieza de todos aquellos que no profesaban fe incondicional por López Miras y Pablo Casado, ha sido muy claro en su cuenta de Twitter al afirmar que «sería de una grandeza incuestionable que aquellos que compartían modos y maneras con el anterior Secretario General del PP, dieran un paso al lado».
Un misil dirigido a la línea de flotación de López Miras y su entorno, criticando duramente la aparente estrategia de «ordena y mando», según el mismo Coronado afirma en su publicación, impuesta por la dirección regional del Partido Popular a todos aquellos que discrepaban del discurso oficialista.
Aún más evidente el enfado de Coronado con la actual dirección del Partido Popular al afirmar que «no deberían caber chulos, déspotas, prepotentes, iluminados, poseedores de la verdad absoluta, vengadores, los que amenazan , los ignorantes que desprecian» en una clara referencia al PP regional.
Y no está solo el exalcalde de las Torres de Cotillas. De acuerdo con su opinión podemos encontrar a otros ex-altos cargos del Gobierno regional como el que fuera Consejero de Hacienda, Fernando de la Cierva, o el ex-secretario general de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, Manuel Marcos.
Este último ha sido especialmente claro al criticar las palabras del Consejero de Presidencia, Turismo y Cultura, Marcos Ortuño que, tal como contamos la semana pasada, mandaba un aviso a todos aquellos que pudieran pensar en presentar una alternativa a López Miras, indicando que «esperaba que nadie estuviera pensando en nada distinto [de cara al congreso regional]» al «liderazgo claro en torno a la figura de Fernando López Miras».
Manuel Sánchez afirmó en Twitter que «En el partido de la libertad y de los afiliados, que es el PP, no se puede criticar que alguien pueda pensar algo distinto», dejando claro su desacuerdo con las palabras de Ortuño.
En la misma línea se expresaba el actual concejal del Partido Popular en Jumilla y presidente de Nuevas Generaciones del municipio, Aitor Jiménez Poveda, que hoy escribía «algunos piden unidad pero sin democracia, con mensajes amenazantes. Mucho que reflexionar».
Incluso la que fuera una de las históricas trabajadoras del Grupo Municipal del PP en el ayuntamiento de Murcia, Salomé Hernández, querida por sus compañeros y por los pedáneos populares del municipio, despedida del grupo municipal por imperativo de la dirección regional, tal como publicó Lola García en La Opinión, lleva días compartiendo en sus redes mensajes en contra de los actuales dirigentes populares y a favor de que sean los propios afiliados los que decidan la futura dirección del partido en la Región sin presiones ni imposiciones.
En definitiva, parece que al Partido Popular de la Región de Murcia, y a López Miras en particular, le viene un tsunami de tamaño descomunal al haber perdido el escudo y la protección que le otorgaba el ex-secretario general del PP, Teodoro García Egea.
Todo con una oponente lista a disputarle el puesto, como lo es la alcaldesa de Archena, Patricia Fernández, que parece dispuesta, esta vez si, a dar el paso y destronar al lorquino, una vez que Feijoo tome el mando del PP nacional.