"En Murcia, las familias adelantan dinero, los libreros sobreviven con tiritas económicas, y los colegios apagan la luz. Pero no pasa nada: la publicidad está pagada".
"El revolcón que le ha dado el CJRM a López Miras esta semana es un golpe de realidad, un recordatorio de que la política de la apariencia y la improvisación tiene un límite, y ese límite ha quedado claramente sobrepasado".
"La lavanda, estampa que ha sido la carta de presentación del municipio, se marchita y, con ella, las esperanzas de las familias que dependen de su cultivo".