En una publicación en sus redes sociales lanzó estas palabras impropias para un consejero y que incumplen claramente el Código de Conducta de los Altos Cargos de la CARM
El pasado domingo por la noche, el consejero más propenso a «pisar charcos» en redes sociales, José Ramón Díez de Revenga, insultó gravemente a todas las personas y entidades que presentaron algún tipo de alegación, ya sea por la vía oficial o por la vía de la denuncia pública, a las actuaciones realizadas en el Puente de Hierro de Archena.
Díez de Revenga llamó «talibanes proteccionistas» a todos los «que han puesto toda suerte de palos en las ruedas para impedir esta actuación», en relación a la mencionada rehabilitación del Puente de Hierro de Archena.
El comentario del consejero es una clara falta de respeto a quienes presentaron algún tipo de alegación al proyecto y ha levantado las críticas de ciudadanos y colectivos como Huermur.
El colectivo Huermur calificaba estas palabras de «lamentables» para un consejero de Fomento de la Región de Murcia, a la vez que ponía en duda la forma que parece tener Díez de Revenga a la hora de gestionar y entender el patrimonio histórico-cultural de la Región.
Díez de Revenga es reincidente
No es la primera vez que Díez de Revenga incendia las redes con comentarios desafortunados. El pasado verano fue sonada la metedura de pata del consejero al calificar las especies vegetales presentes en un solar donde se pretendía la construcción de un edificio multiusos en el Monteblanco de La Manga.
Fueron muchas las críticas por esta publicación en Twitter del consejero, entre ellas la de la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) que le explicó a Díez de Revenga que eso a lo que él se refería como «matas» eran en realidad «algunas de las especies más valiosas y más protegidas de la Región de Murcia, precisamente por un decreto del Gobierno Regional».
Incumplimiento grave del Código de Conducta de los Altos Cargos
Estas calificaciones chocan de frente con el apartado B del Código de Conducta de los Altos Cargos del Gobierno Regional que indica que «los altos cargos ejercerán sus funciones con pleno respeto a los principios constitucionales y al marco jurídico vigente en materia de derechos fundamentales y libertades de los ciudadanos, respetando en todo momento el pluralismo político».
Las gruesas descalificaciones del consejero también parecen ir en contra del apartado C del citado código, el cual indica que «los altos cargos deberán comportarse con ejemplaridad en la medida en que representan a nuestra institución, evitando cualquier conducta que pueda dañar su imagen o comprometer su credibilidad frente a los ciudadanos».