López Miras y sus secuaces están borrando demasiadas palabras de su vocabulario e incorporando otras muy peligrosas
Al Partido Popular le gusta derogar por la puerta de atrás, es un vicio que tiene. Sobre todo con aquello que le molesta o interfiere en sus intereses y los de sus amiguetes. Su política se ha reducido a buscar la manera de ayudar y facilitar la vida a esos grandes responsables de votos como son el sector agrario (solo aquellos grandes terratenientes, nada de proteger al pequeño agricultor).
Muy sonada fue la derogación de la Ley 3/1987 de Protección y Armonización de usos del Mar Menor, normativa impulsada por el PSOE y que desde su nacimiento el PP intentó anular, incluso llevándola al Tribunal Constitucional, hasta que la consiguió quitar de en medio vía artículo escondido en la Ley del Suelo que promovió Valcárcel, ahora camino del banquillo de los acusados por prevaricación, en 2001.
Esta semana hemos vuelto a tener otro caso de derogación por la puerta de atrás, con nocturnidad y alevosía. Publicaba el BORM el pasado viernes la cacareada por López Miras, una nueva ley de simplificación administrativa, llamada esta vez «de dinamización de inversiones empresariales, libertad de mercado y eficiencia pública», la tercera que promulga este tránsfuga Gobierno Regional, cuando sin esperarlo aparecía un disposición derogatoria al final del texto que daba el golpe de gracia a la Sede Electrónica del Consejo de la Transparencia de la Región de Murcia.
Este movimiento es el enésimo que realiza López Miras contra esta institución (y no será el último) a la que lleva asestando golpes desde hace meses por las graves molestias e inconvenientes que le está causando.
Lo que López Miras ha hecho con la aprobación de este artículo vía decreto ley, sin consensuar ni pasar por la Asamblea Regional, es privar al Consejo de la Transparencia de la independencia que le garantiza a los ciudadanos que tenga su propia sede electrónica.
El Consejo de la Transparencia es el organismo independiente de control en materia de transparencia en la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, encargado básicamente de velar por el cumplimiento de las obligaciones de publicidad activa y garantizar el derecho de acceso a la información pública.
Y esto, queridos amigos y amigas, es el problema: organismo independiente de control en materia de transparencia.
En estas ocho palabras se amontonan letras que suenan como gritos de terror y pánico desenfrenado en las orejas de López Miras. A saber:
- ‘Organismo independiente’, es decir, algo que el presidente no puede controlar, ni comprar a sus integrantes, ni influir en sus resoluciones.
- ‘Control’, otra cosa que le da pavor al festero señor Miras, ya que limita su ocultación constante de información e intento de utilizar el dinero público para sus fines personales o los de su partido.
- ‘Transparencia’, ese palabro ruso del que desconoce su significado ni quiere conocerlo puesto que arruinaría sus planes y las de su banda en ese plan director que mantiene para que la Región de Murcia sea su cortijo.
En definitiva, que López Miras y sus secuaces están borrando demasiadas palabras de su vocabulario e incorporando otras muy peligrosas, todas ellas relacionadas con la extrema derecha más fascista y nazi que se recuerda en muchos años.
López Miras parece derrochar arrogancia por los cuatro costados, piensa que nadie el puede tocar. Es capaz de acatar la orden de Santiago Abascal (transmitida por su pupilo en la Región, José Ángel Antelo) para provocar una nueva crisis de gobierno, reventando el grupo parlamentario VOX y denigrando la democracia y a la Asamblea Regional hasta límites nunca imaginados.
Todo le da igual, se permite incluso salir en televisión y afirmar sin ruborizarse ni inmutar ni un músculo de su cuerpo, que él no sabía nada, que se había enterado por la prensa (sic).
En definitiva, que entre fiesta y fiesta (donde deja la reputación de la Región de Murcia por los suelos y causa vergüenza ajena entre propios y extraños), López Miras sigue destruyendo el buen nombre e imagen de nuestra tierra.
«Transpa… ¿qué?» se oía por los pasillos de San Esteban el pasado viernes en respuesta a preguntas de los medios de comunicación. ¿Hasta cuándo esta Región va a tener que soportar actuaciones más próximas a los regímenes totalitarios? ¿Hasta cuándo nos va a seguir haciendo pasar vergüenza López Miras?