La fea costumbre que tiene el Partido Popular de la Región de negar a todos los grandes profesionales de la comunicación poder optar a un puesto en algún gabinete regional o a contratos públicos enchufando a sus amiguetes, está siendo enfermiza
El Partido Popular de la Región de Murcia ha olvidado lo que significa la libre concurrencia. El nepotismo parece instaurado en lo más profundo de su ADN a la vista de los tantos y tantos casos de enchufismo o colocación de amiguetes en puestos de relevancia y la adjudicación de contratos menores aparentemente a dedo.
Esta semana en LasNoticiasRM hemos desvelado como un consejero, al que se le creía que era impoluto, pulcro y que siempre ha estado (y está) en las quinielas para sustituir a López Miras, enchufaba por la puerta de atrás al que fuera su jefe de gabinete en el Ayuntamiento de Yecla.
Marcos Ortuño utilizaba la tan manida artimaña del contrato menor para meter de tapadillo a Juan Marín, fiel escudero, amigo en sus años de alcalde y que le consigue al hermano cantante del consejero bolos pagados por el Ayuntamiento de Yecla. Aprovechaba la empresa que tiene éste para crear una contratación a medida que no superaría los 15.000 euros que marca la Ley de Contratación del Sector Público, y que le permitía disponer del, por otro lado, talentoso profesional del marketing sin dar explicaciones.
Quizás puedan alegar que es un caso aislado, pero la realidad es que parece la costumbre adquirida, porque también el pasado jueves desvelábamos que la Consejería de Fomento e Infraestructuras, dirigida por José Ramón Díez de Revenga, ha adjudicado, también por contrato menor, a la empresa ADN Urbano SL, propiedad de Gerardo Sánchez, que fuera responsables de comunicación del Gobierno regional y jefe de gabinete del exalcalde de Murcia, José Ballesta, un contrato para «proveer de contenidos a un portal web».
Es más, tal fue la prisa para efectuar esta contratación que a la gente de López Miras se le pasa por alto la obligación legal de solicitar dos presupuestos más para aportar a la contratación menor planteada. Según consta en el portal de Contrataciones del Estado, a ese contrato menor solo se presenta una oferta, la de la empresa de Gerardo Sánchez.
De nuevo nos encontramos ante un flagrante caso de amiguismo, y que en este caso se da el agravante de que venía precedido por otras contrataciones similares en los ayuntamientos de Cartagena y Caravaca de la Cruz, ambos en poder del Partido Popular.
No es difícil pensar que, de nuevo, los contactos personales priman sobre la libre concurrencia.
La fea costumbre que tiene el Partido Popular de la Región de negar a todos los grandes profesionales de la comunicación poder optar a un puesto en algún gabinete regional o a contratos públicos enchufando a sus amiguetes, está siendo enfermiza.
Porque no se entiende el motivo por el que no sacan a público concurso estas contrataciones, para que todos los interesados puedan optar a ellas, y por el contrario las reservan para sus amigos, o amigos de otros amigos, en una suerte de cadena de favores que por desgracia parece que siempre beneficia a los mismos.
Sea como fuere, en esta región, con este Gobierno regional, y este Partido Popular más pendiente de lo que pasa fuera que dentro para tapar sus vergüenzas, parece evidente que entre amiguetes anda el juego.
P.D.: Yo de ustedes no me perdía nuestra exclusiva de mañana a primera hora, vienen más amiguetes…