► «Venían a salvar España y quien los salvó fue el PP al darles entrada en los gobiernos autonómicos y municipales para utilizarlos como excusa de cara a implantar sus políticas rancias de otras épocas amparados en el escudo de las barbaridades que decían y hacían los abascales»
VOX, ese partido de cartón piedra lleno de banderitas, emblemas preconstitucionales y con un discurso apolillado, anclado en tiempos pasados, ha decidido hacerse el harakiri. Abascal, como los antiguos samuráis hicieron antaño para morir con honor cuando estaban a punto de caer en manos del enemigo y ser torturados, inició el pasado jueves el ritual que formaba parte del bushidō.
La diferencia fundamental es que en esta ocasión ni hay honor, ni estaban a punto de caer en manos del enemigo, ni mucho menos iban a ser torturados. El partido de extrema derecha decide activar la carta de la desaparición por exigir no tener escrúpulos ni dignidad para atender a menores en situación de extrema necesidad.
En la sede de VOX en Madrid, el pasado jueves se decidía si se elegía susto o muerte, y torpemente decidieron muerte pese a la fuerte oposición interna que hace mucho tiempo lleva recelando de las excentricidades de su, hasta no hace tanto, amado líder.
Como todos ya saben, VOX decidió salir del poder que le había dado el PP, pero no mucho. Y esto es así porque pese a que han roto los gobiernos autonómicos que tenían a lo largo y ancho del territorio español, no han retirado su apoyo al Partido Popular de forma clara y contundente, como tampoco lo han hecho los de Feijóo.
Por el momento los ayuntamientos no se tocan, por lo que seguirán conservando el poder municipal y en los parlamentos autonómicos seguirán apoyando las propuestas del Partido Popular «que les parezcan adecuadas», según lo expresado por el ya ex-vicepresidente de la Región de Murcia el pasado viernes en lo que fue su última rueda de prensa como miembro del ejecutivo de la Región de Murcia.
Venían a salvar España y quien los salvó fue el PP al darles entrada en los gobiernos autonómicos y municipales para utilizarlos como excusa de cara a implantar sus políticas rancias de otras épocas amparados en el escudo de las barbaridades que decían y hacían los abascales.
Pero, volviendo a la Región de Murcia, no crean que el movimiento va a suponer un cambio sustancial en las políticas de López Miras y su banda. No caigan en ese error. Por mucho que VOX se esforzaba por intentar hacer ver que eran ellos quienes guiaban a López Miras, era el de Lorca, cual pastor, el que conducía a los ‘borreguicos’ mansos y serviles de VOX.
No espero que el presidente regional de un giro de 180 grados a las políticas practicadas hasta la fecha, las cuales mantienen a la Región de Murcia a la cola de todos los indicadores sociales, con el ecocidio más importante en los últimos 40 años en marcha y el despilfarro de dinero público a niveles nunca vistos.
No piensen ni por un segundo que va a eliminar de su cabeza la idea de cambiar la Ley del Mar Menor para desproteger a la laguna salada, tal como le pide una parte de su granero tradicional de votantes, quienes le abandonaron optando por la verborrea de VOX y que, si da el golpe de gracia a la citada norma, podrá recuperar en masa.
Por supuesto, tampoco crean que va a dar marcha atrás en la eliminación del Consejo de la Transparencia, puesto que esta institución le ha causado multitud de problemas al obligarle a revelar información que no quería que se supiera. Todo lo contrario. Votará en contra de la candidata propuesta in extremis por VOX el viernes y esperará a mejores momentos para nombrar a alguien de su cuerda para dejarlo todo atado y bien atado.
Y olvídense de adelanto electoral. Con unos presupuestos autonómicos recién aprobados, que puede prorrogar sin despeinarse, hará el paripé de presentar los del 2025 y hará algún leve intento de atraer a los desamparados de VOX para que se los aprueben, o mejor, podrá intentar comprarse a 2 de los 9 diputados voxeros. Cosas más complicadas hizo la pasada legislatura aunque ahora no esté Teo para solucionarle el tema.
Mientras tanto, VOX caerá en la intrascendencia. No tendrá foco. Y solo le quedará la maniatada actividad de la Asamblea Regional, con escaso calado en la sociedad de la Región y que no le reportará el relumbrón de sus puestos en el ejecutivo regional.
Prepárense para que el nivel de insultos, bulos y teorías conspiratorias aumenten exponencialmente en todas y cada una de las intervenciones de los diputados de VOX en la Asamblea regional.
Por otro lado, Antelo empezará a recibir llamadas por doquier de todos aquellos a los que prometió el oro y no ha cumplido. Querrán cobrarse sus deudas. Todos los enchufados en puestos de segundo y tercer escalón de la administración regional que trajo serán liquidados de manera silenciosa y sin armar ruido por su querido amigo Fernando, quienes no va a poder recolocar en los ayuntamientos por estar estos colapsados de ‘amiguetes voxeros’.
En definitiva, VOX ha implosionado. Y lo ha hechos voluntariamente y sin ayuda. Ha decidido tirarse por un barranco pensando que así obtendría el respeto del guerrero caído en batalla, cuando lo que en realidad ha conseguido es abrirle las puertas de par en par al antisistema de Alvise.
Recuerden, en las próximas elecciones las ardillas del populista más a la derecha que la propia extrema derecha superarán a VOX en los resultados que salgan de las urnas en la Región de Murcia. Y ese será el momento de la defunción oficial de los de Abascal.