«Cuando se exagera tanto lo que es menor, se corre el riesgo de que el mensaje no acabe llegando ni a las propias huestes, o como mucho, a los más incondicionales»
La derecha de este país tiene un gran problema de digestión de sus episodios negativos. Así, aún no ha podido asimilar la moción de censura de 2017 en la que, con los presupuestos de Montoro recién aprobados, tuvo que dejar el gobierno de prisa y corriendo para dar paso a un amplio período de gobierno de coalición progresista, de siete años, al que le quedan otros dos más que se le van a hacer eternos a Feijoo y sus gentes.
Dentro de la línea hiperbólica emprendida como técnica de desgaste contra Pedro Sánchez y su gobierno en la que, por supuesto, ha desaparecido cualquier crítica política a la acción gubernamental, porque en todo lo que va de legislatura, ha desaparecido cualquier atisbo de crítica económica o social, ¿se puede entender semejante desvarío?, para centrarse en el insulto exagerado la mayoría de las ocasiones injustificado. Vayamos a un caso reciente.
Hace unos días, la semana pasada, conecté la televisión y me encontré, cómo no, a Feijoo demacrado, como si se estuviera acabando el mundo, diciendo, con motivo de unos audios de una tal Leire Díaz. ¡Esto es insoportable!, ¡lo más grave de la democracia!, ¡moción de censura ya con todos los partidos de gobierno y oposición! Se puede ver que le traicionaba el subconsciente de la moción de censura ganada por Pedro Sánchez y perdida por Rajoy. En definitiva, llamamiento a concentrarse en Madrid el 8 de junio, con la que puede estar cayendo ese día.
Pero lo más gordo es que, cuando me puse a escuchar las siguientes noticias, la primera que me encontré es la del enjuiciamiento de la pareja de Isabel Díaz Ayuso, la segunda tenía que ver con la imputación de cargos del gobierno de Ayuso por la muerte de los ancianos que fallecieron en residencias sin atención médica por los conocidos protocolos de la vergüenza, pero es que la tercera estaba relacionada con la entrada en prisión del ex secretario de Estado de interior del gobierno de Rajoy.
¿Qué estaba pasando? Un Feijoo fuera de sí clamaba en contra de una alta corrupción que, tenía dos caras, la de Leire Díaz y la del capitán Bonilla de la UCO, fichado por Ayuso, que se despachaba a gusto contra los rojos y los morados.
La respuesta es clara y evidente, a Feijoo le estaban llegando las atmósferas pestilentes emanadas por su propio partido y las estaba confundiendo con otras que, según él, provenían de las huestes de Pedro Sánchez. Su gozo en un pozo.
Y es que, cuando se exagera tanto lo que es menor, se corre el riesgo de que el mensaje no acabe llegando ni a las propias huestes, o, como mucho, a los más incondicionales, insuficientes para ganar unas elecciones como ya le ocurrió a Feijoo en las elecciones generales de 2023 en las que, los mensajes que le llegaron le daban ganador; por eso, cuando se abrieron las urnas y vio que no le daban las cuentas para gobernar con VOX, se vio envuelto en una vorágine de la que no pudo escapar y que le hizo decir más de una tontería como que él no era presidente porque no quería.
Que no nos extrañe que, de cara a las próximas elecciones, a pesar del ruido formado, las urnas le jueguen otra mala pasada.
¿Quieres contactar con el autor de esta noticia?
Si has visto algún error en esta noticia o tal vez puedes aportar alguna información extra, puedes contactar directamente con nuestra redacción mandando un email a news@lasnoticiasrm.es o escribiendo un mensaje por Whatsapp en el teléfono 641387053. Estaremos encantados de atenderte.
Esta y otras noticias puedes tenerlas al instante subscribiéndote a nuestro canal de Telegram
Puedes subscribirte a nuestro nuevo canal en Telegram, y disponer de todas las noticias importantes de la web en tiempo real.
Recuerda, pincha en t.me/lasnoticiasrm y dale a subscribir al canal en tu aplicación Telegram.
!!Te esperamos en LasNoticiasRM¡¡
Tabla de Contenidos
Datos del autor
- LasNoticiasRM
- Email: news@lasnoticiasrm.es
- Teléfono y Whatsapp: 641387053
