López Miras desconectó y salió corriendo

López Miras desconectó y salió corriendo
López Miras desconectó y salió corriendo

Mientras la Región de Murcia se apagaba, su presidente ya se había desenchufado de su responsabilidad

Canal WhatsApp LasNoticiasRM

No sé ustedes, pero yo todavía tengo en la piel la sensación del pasado lunes, 28 de abril. Eran las 12:33 del mediodía y de pronto, en mitad del trabajo, la cafetera, el ordenador y hasta el semáforo de la esquina dijeron «hasta aquí». Un silencio eléctrico raro, inquietante. Y en mitad de esa incertidumbre, mientras en mi calle la gente salía al portal con el móvil en la mano, buscando cobertura, lo que echamos en falta no fue solo la luz: faltó el presidente. Faltó alguien que dijera: tranquilos, estamos al mando. Pero no. López Miras desconectó antes que el sistema.

No lo digo yo, lo dicen los hechos. Apenas una hora después del colapso, el presidente de la Región de Murcia ya había solicitado el nivel 3 de emergencia, lo que equivale a soltar los mandos y pasarle el volante al Gobierno de España. Una especie de «esto no es cosa mía», en tiempo récord. Lo hizo con la misma agilidad con la que esquiva las preguntas sobre el Mar Menor o la sanidad pública. Una dimisión táctica, sin asumir el coste político.

En ese mismo instante, desde Madrid, Pedro Sánchez activaba todos los resortes del Estado. Movilizó a la UME, reforzó la seguridad, activó comités de coordinación y, sobre todo, mantuvo el tipo. Un presidente que responde en caliente, que lidera en crisis, que no se esconde en el cuarto de contadores.

Yo, como ciudadano de esta región, no quiero que me den excusas cuando se apagan las luces. Quiero que alguien se haga cargo. Que informe, que actúe, que se quede. Y López Miras, en vez de quedarse, salió corriendo a buscar un teléfono rojo que nunca contestó.

La viñeta de Lupen

La estrategia del «yo no fui»

Lo de escurrir el bulto no es nuevo. En Murcia ya estamos acostumbrados: que si el Mar Menor es cosa de otros, que si los recortes sanitarios son de Zapatero, que si la educación se deteriora porque hay huelgas. Y en este apagón, más de lo mismo: ni un gramo de autocrítica, ni una comparecencia inmediata, ni una frase de consuelo. Solo reproches.

Mientras la ciudadanía se organizaba por su cuenta, el presidente regional decía que nadie le había llamado desde Moncloa. Una escena digna de comedia: delega sus competencias y acto seguido exige que le informen como si fuera un primo lejano que pasaba por allí. ¿No querías la dirección? Pues no te quejes de no estar en la sala de mandos.

Francisco Lucas, secretario general del PSRM, lo resumió como muchos lo sentimos: «López Miras dejó tirada a la Región de Murcia». Y no es una hipérbole. Es la constatación de que cuando se trataba de estar a la altura, nuestro presidente pidió la escalera de emergencia.

Pedro Sánchez, el presidente que sí estuvo

Mientras López Miras se envolvía en su bandera de agravios, Pedro Sánchez hacía lo que muchos esperábamos: salir, hablar, actuar. Su equipo se desplegó, la información comenzó a llegar y la maquinaria institucional se puso en marcha.

¿Que no se sabía todavía cuál era el origen del fallo? Cierto. Pero nadie dudaba de que el presidente del Gobierno estaba al mando. Que había alguien en el puente de mando.

Y en la Región. ¿Qué teníamos?: una nota de prensa. Un tuit. Y una queja.

Apáguese y vámonos

Hay algo profundamente ofensivo en que un presidente autonómico decida abdicar de su responsabilidad justo cuando su gente más lo necesita. El nivel 3 de emergencia no es una obligación; es una decisión. Una declaración pública de que «esto me queda grande, que venga papá Estado a arreglarlo». Y después de eso, encima, exigir explicaciones.

En una región que ha hecho de la defensa del autogobierno su seña de identidad, tener un presidente que solo lo reivindica cuando hay que salir en la foto, es una traición al murcianismo que tanto proclama.

El repertorio de excusas

Y como guinda, tras la vuelta de la luz, López Miras salió de su silencio para hacer lo que mejor sabe: culpar a Pedro Sánchez. Que si no le avisaron. Que si no le llamaron. Que si la información no le llegó en tiempo. A ver, presidente: ¿no había usted renunciado ya al control? ¿No había pedido que fuera el Gobierno de España quien pilotara la emergencia?

Se queja de que no le llamaron… Pero, ¿para qué quería que le llamaran? ¿Para quejarse? ¿Para hacerse la víctima? ¿O para salir en la foto sin hacer el trabajo?

Conclusión: Murcia merece más

El apagón fue inesperado. Pero la reacción de López Miras, lamentablemente, no. En los momentos en los que hace falta que el capitán no abandone el barco, el nuestro fue el primero en saltar.

Y eso, más allá de ideologías, no es de recibo. No se puede pedir respeto institucional si uno mismo es el primero en escabullirse. No se puede exigir lealtad si tu primera reacción es soltar el timón.

Por suerte, alguien encendió la luz. Y no fue en San Esteban. Fue en Moncloa.

Ahí estaba un presidente. El nuestro, por desgracia, ya había bajado los plomos.

Si has visto algún error en esta noticia o tal vez puedes aportar alguna información extra, puedes contactar directamente con nuestra redacción mandando un email a news@lasnoticiasrm.es o escribiendo un mensaje por Whatsapp en el teléfono 641387053. Estaremos encantados de atenderte.

Puedes subscribirte a nuestro nuevo canal en Telegram, y disponer de todas las noticias importantes de la web en tiempo real.

Recuerda, pincha en t.me/lasnoticiasrm y dale a subscribir al canal en tu aplicación Telegram.

!!Te esperamos en LasNoticiasRM¡¡

Únete a nuestro canal de Telegram

Datos del autor

Artículo anteriorEmir Abdul hace bailar a Los Alcázares en su única parada en la Región de Murcia
Artículo siguienteCerca de 100 mujeres de Mula participan en un viaje cultural y de convivencia a Calasparra