Los datos de recaudación tributaria del ejercicio 2021 cumplieron con las previsiones presupuestarias de ingresos por primera vez en una década, lo que muestra la prudencia y el realismo de las estimaciones recogidas en los Presupuestos.
Hay que remontarse al ejercicio 2010 para encontrar una cifra de recaudación que no sufra una desviación a la baja respecto a las estimaciones recogidas en las cuentas públicas.
De esta forma, el Gobierno de coalición logra en sus primeros Presupuestos Generales aprobados acertar en sus proyecciones de ingresos, lo que refuerza la credibilidad de la economía española.
«Este Gobierno y este Ministerio siguen una política presupuestaria prudente y los resultados así lo avalan», ha señalado hoy la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, durante la presentación del avance del cierre tributario del ejercicio 2021.
En este sentido, Montero ha resaltado que el año pasado la recaudación se incrementó un 15,1% hasta situarse en los 223.382 millones de euros. Eso significa que se obtuvieron 1.275 millones más de ingresos de los estimados en las cuentas públicas de 2021, lo que supone una mejora del 0,6% respecto a las previsiones. Es decir, se ha logrado un cumplimiento del 100,6% de las estimaciones presupuestarias.
La ministra ha destacado que las cifras ponen de manifiesto la sólida recuperación de la economía española tras superar la fase más dura de la pandemia y, al mismo tiempo, permiten obtener los recursos suficientes para avanzar en el despliegue de políticas sociales que refuercen el Estado del Bienestar y garanticen servicios públicos de calidad para los ciudadanos.
En este sentido, la titular de Hacienda ha criticado los discursos que tratan de «deslegitimar» los impuestos porque obvian que la finalidad del sistema tributario es «financiar servicios públicos como la sanidad, la educación o la dependencia, así como vertebrar el país mediante las infraestructuras y modernizarlo con inversiones en ciencia e innovación».
Asimismo, Montero ha explicado que la mejora de la recaudación permite a la Administración Pública reducir su déficit público «sin necesidad de recurrir a recortes y políticas de austeridad» y ha adelantado que los datos de cierre que se conocerán en marzo supondrán una «reducción relevante» del déficit.
La reactivación económica impulsa los ingresos
Este comportamiento en la recaudación tributaria no se debe a la aprobación de cambios normativos que conlleven subidas de impuestos, ya que han tenido un impacto superior las medidas adoptadas para rebajar las figuras impositivas sobre la electricidad o la reducción del IVA de las mascarillas para combatir la pandemia.
En concreto, la creación de nuevas figuras fiscales como el Impuesto de Transacciones Financieras o el Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales, así como otros cambios normativos de ámbito fiscal introducidos en los Presupuestos Generales de 2021 tuvieron un impacto de 1.462 millones de euros. Sin embargo, las rebajas fiscales sobre la luz o las mascarillas supusieron un impacto de 2.392 millones de euros. Es decir, el saldo neto implica un ahorro de 930 millones de euros en impuestos para los españoles durante el ejercicio 2021 gracias al mayor énfasis de las reducciones impositivas.
Además, la ministra ha explicado que la mejora de la recaudación tampoco se debe a la mayor inflación, ya que los datos de inflación subyacente se encuentran alrededor del 2%, por lo que el repunte de los precios se concentra en el sector energético, precisamente donde se ha producido una importante rebaja de impuestos.
Por tanto, el aumento de los ingresos se debe al impulso de la actividad económica en 2021 tras la exitosa campaña de vacunación contra la COVID-19 que ha permitido la recuperación del consumo y también del empleo a niveles prepandemia con cifras récord de afiliados a la Seguridad Social.
Además, el acierto en las proyecciones fiscales también muestra la prudencia y el realismo del Gobierno a la hora de realizar las previsiones presupuestarias. En este sentido, el cumplimiento de las estimaciones de ingresos tributarios en 2021 implica un cambio de tendencia respecto a años anteriores. De hecho, la desviación acumulada durante los Presupuestos elaborados en los gobiernos de Mariano Rajoy (2012-2018) es de 33.651 millones de euros menos de recaudación respecto a las estimaciones, lo que implica que cada año se ingresaron de media 4.807 millones menos de lo previsto.
Evolución de cada impuesto
Los ingresos fiscales se incrementaron el pasado ejercicio un 15,1% respecto a 2020, un año marcado especialmente por el impacto de la pandemia y el parón de la actividad por las restricciones adoptadas para combatir las primeras olas del virus. Asimismo, los recursos de 2021 también fueron superiores en un 5% a 2019, un año sin crisis sanitaria.
De esta forma, la recaudación alcanzó en 2021 los 223.382 millones de euros. Una cifra en línea con los 222.107 millones previstos en los Presupuestos Generales del Estado de dicho ejercicio. Así, se han logrado cumplir las previsiones de ingresos en la mayoría de grandes impuestos del sistema tributario.
En el caso del IRPF, la recaudación se elevó un 7,5% respecto a 2020 hasta situarse en los 94.546 millones, lo que supone un cumplimiento del 100,4% respecto a las previsiones presupuestarias de 2021 (94.196 millones). La mejora de este impuesto se debe a la gran evolución del empleo gracias a las medidas de protección de rentas adoptadas por el Gobierno a través de los ERTE y las prestaciones de cese de actividad.
Estas iniciativas unidas a la mejora de la economía han contribuido a un incremento del 6,1% de las retenciones del trabajo, en línea con la evolución de la masa de salarios (6,7%). En este sentido, cabe destacar que las afiliaciones a la Seguridad Social cerraron 2021 con cifras récord de 19.842.427 ocupados, lo que supone 362.613 personas más que antes de la pandemia.
El Impuesto sobre Sociedades aumentó los ingresos un 67,9% respecto al año anterior y se situó en 26.628 millones, lo que supone un cumplimiento de 122,6% respecto a las estimaciones de los PGE 2021. Este significativo crecimiento se debe fundamentalmente a la mejora de los beneficios empresariales, que se incrementaron un 73,8%, en línea con la mejora de la recaudación. Asimismo, los pagos fraccionados se elevaron un 53,7%.
Por su parte, el IVA también mejoró su recaudación un 14,5% respecto a 2020 y se situó en los 72.493 millones. De esta forma, este impuesto también cumplió las previsiones al lograr un 100,4% de la estimación presupuestaria de 2021. El aumento se debe a la mejora del consumo por la mayor actividad económica con un aumento del 6,8% del gasto final en consumo privado.
Por último, los Impuestos Especiales crecieron un 5% respecto a 2020 al registrar 19.729 millones de euros. Estas figuras tributarias quedaron por debajo de las previsiones al situarse en el 85,2% de lo presupuestado. En este caso, los menores ingresos respecto a las estimaciones se deben al impacto de las rebajas fiscales aprobadas por el Ejecutivo para mitigar el aumento de la factura de la luz por el alza de los precios de la electricidad en el mercado mayorista.
En concreto, la reducción del Impuesto Especial de la Electricidad del 5,11% al 0,5% a partir de mediados de septiembre ha permitido un ahorro a las familias de 333 millones de euros, que se refleja en la caída del 12,2% en los ingresos de esta figura.
Sin embargo, otros impuestos especiales como el de Hidrocarburos, el Alcohol o la Cerveza sí se han incrementado como consecuencia del mayor consumo y actividad económica.
Por tanto, el cumplimiento de la previsión de ingresos tributarios de 2021 es un punto de partida clave para lograr cumplir también con la estimación de recaudación contemplada en los Presupuestos de 2022, una herramienta fundamental para lograr tener un Estado del Bienestar fuerte y que permita una recuperación justa. «Un círculo virtuoso que todo apunta que mantendremos también a lo largo de 2022», ha afirmado Montero.