La actual presidenta de la Autoridad Portuaria de Cartagena emitió un informe en 2015 explicando las partidas de las obras inacabadas y dando un plazo improrrogable para su ejecución previa nueva advertencia de incoar expediente sancionador contra el Club Náutico
Se realizaron obras en el Club Náutico de Los Nietos sin declaración de impacto ambiental sabiendo que había metales pesados en la zona a dragar
Díez de Revenga fue acusado de realizar obras en el Club Náutico de Los Nietos sin título administrativo para su ejecución
Otro de los misterios que arrastra el caótico expediente de las obras del Club náutico de Los Nietos es el motivo por el cual la Consejería no escuchó las peticiones de sus técnicos que solicitaban que al menos se tramitara un expediente sancionador contra la adjudicataria del puerto deportivo.
No fueron ni una, ni dos, ni tres las veces que aparece en el expediente las peticiones por diversos incumplimientos relacionados con los plazos de las obras y la ejecución sin título administrativo.
Encontramos que hasta en siete ocasiones, los técnicos pidieron abrir expediente sancionador contra el Club Náutico de Los Nietos, pero la Consejería miró hacia otro lado.
Hasta el, por aquel entonces, jefe de los servicios jurídicos de la Consejería reflejaba los hechos en uno de sus informes.
Incluso se da la circunstancia que la actual presidenta de la Autoridad Portuaria de Cartagena, Yolanda Muñoz, emitió un informe fechado el 29 de julio de 2015 donde detallaba la ejecución de las obras en el Club Náutico de los Nietos desde el año 2010 y requería de manera inmediata a «que en el plazo improrrogables de tres meses, computados a partir del día siguiente al de la notificación, procedan a la ejecución de las obras previstas, con la advertencia de que en caso de no atender el presente requerimiento, se procederá a la incoación de expediente sancionador por incumplimiento de las condiciones del título concesional».
La realidad es que las obras, y no el proyecto inicial de 2010, sino otro mucho menor, acabaron en febrero de 2017, mucho tiempo después de esos «improrrogables de tres meses» dados por Yolanda Muñoz.
Francisco Bernabé fue el abogado del puerto y su bufete sigue representándolo
Coincidencia o no, pero la realidad es que el que fuera Consejero de Fomento desde julio de 2015 hasta noviembre de 2017 y actual Senador del Partido Popular, Francisco Bernabé, era el abogado del Club Náutico hasta su paso a la política activa, momento en que cedió el testigo a su hermano Carlos, quien regenta el bufete familiar.
El Club Náutico denunció a Díez de Revenga siendo Bernabé su abogado
José Ramón Díez de Revenga, actual consejero de Fomento, abandonó las obras para las que había sido contratado en el Club Náutico, hecho que provocó que la junta directiva le denunciara argumentando que el actual consejero había cobrado por trabajos no realizados. El abogado que gestionó aquella acción judicial fue el actual Senador del Partido Popular, Francisco Bernabé.
El resultado de aquella acción judicial fue que Díez de Revenga quedó libre de cualquier responsabilidad por no poder acreditar la parte contraria sus denuncias.
Nos confirman fuentes de la ejecutiva de aquella época del Club Náutico, que desde esa denuncia la relación entre Bernabé y Díaz de Revenga es complicada y que no mantienen precisamente la mejor de las amistades.
El presidente del Club Náutico tenía buenas relaciones con el entorno del Partido Popular
José María García Carreño era hasta el pasado agosto, que según cuentan unos dimitió y según cuentan otros se le obligó a marcharse, el presidente del Club Náutico en el momento de realizarse las obras de dragado del puerto y se le conocían buenas relaciones personales con el entorno del PP.
Conocido empresario, que les puede ser familiar por haber regentado el restaurante flotante La Patacha en el puerto de Cartagena, el cual acabó cerrando, y la Autoridad Portuaria embargándole la embarcación por unas deudas contraídas con el Puerto de Cartagena. De hecho, La Patacha sigue pudriéndose en el muelle de La Curra de Cartagena, ante la pasividad de la Autoridad Portuaria a la que no se le conoce ninguna acción de intento de recobro de la deuda pendiente más allá de la retirada del barco que se encontraba en grave peligro de hundimiento.