El proyecto está liderado por la Federación de Municipios de la Región de Murcia
El Ayuntamiento de Molina de Segura, a través de la Concejalía de Medio Ambiente, ha coordinado y dirigido el proyecto de obras de Reforestación y establecimiento de sistemas urbanos de drenaje sostenible (SUDS) para la adaptación al Cambio Climático del parque Nelson Mandela, en el marco del programa LIFE19 CCA/ES/001209 – CITYAdaP3, de adaptación al Cambio Climático en Molina de Segura, que ha supuesto un coste de 94.720 euros, y en el que se han plantados 507 nuevas unidades de especies autóctonas, entre ellas pinos carrascos, pinos piñoneros, algarrobos, madroños, carrascas, laureles, moreras, nogales, tarays, almeces, sauces, además de especies arbustivas, como romeros, mirtos, jaras, lavandas, enebros, aladiernos y salvias.
El Proyecto del LIFE CITYAdaP3 – LIFE19 CCA/ES/001209 de adaptación al cambio climático es un proyecto ambiental europeo de participación público-privada, liderado por la Federación de Municipios de la Región de Murcia, y en el que colaboran la cátedra de Responsabilidad Social Corporativa de la Universidad de Murcia y la consultoría Eurovértice. Además, participan los ayuntamientos de Alcantarilla, Lorquí y Molina de Segura desde España, y el municipio Reggio Emilia de Italia. Tiene como novedad la participación de empresas locales de los cuatros ayuntamientos socios. En el proyecto de Molina de Segura participan las empresas Eversia, Ribera Hospital de Molina, Sercomosa, Azor Ambiental, Auxiliar Conservera, Capitrans y Soltec.
El objetivo principal de este proyecto, y de la plantación de más de 500 plantas autóctonas, es crear un modelo a replicar de adaptación a los efectos del cambio climático de parques y jardines del municipio de Molina de Segura, y para otros municipios de características climatológicas y ambientales parecidas.
El concejal de Medio Ambiente, Mariano Vicente Albaladejo, señala que “los árboles cumplen una valiosa contribución para reducir los efectos del cambio climático dentro de nuestras ciudades. Cabe señalar que las ciudades son los espacios físicos del planeta donde más contaminación se produce y más energía se consume. Todo ello ha contribuido al aumento exponencial de carbono en el aire en el último siglo, y más específicamente en los últimos 35 años, llegando a alcanzar los niveles de CO2 más altos de los últimos 400 mil años; de ahí la necesidad de aumentar el arbolado en nuestra ciudad y en sus parques y jardines”.
Los árboles plantados en el Parque Nelson Mandela contribuyen a la reducción de temperatura, y en pocos años su sombra podrá reducir la temperatura entre un 10% y 24%, dependiendo de la especie de árbol. Destacando por su mayor poder de reducción de la temperatura los pinos (24%), las moreras (22,6%), o los almeces (16,5%)
El Proyecto LIFE CITYAdaP3 está realizando estudios y obteniendo datos climatológicos para valorar el beneficio de los árboles en la ciudad: se calcula que zonas residenciales con coberturas arbóreas del 15%, se reduce las temperaturas hasta 2-3ºC. Además, la ubicación estratégica de los árboles en las ciudades puede ayudar a enfriar el aire entre 2 y 8 grados Celsius, reduciendo así el efecto de “isla de calor” urbano, una acumulación de calor por la inmensa mole de hormigón, y demás materiales absorbentes de calor.
Otro de los grandes beneficios de los árboles plantados en el Parque Nelson Mandela es la reducción de la contaminación en pocos años, ya que un árbol grande puede absorber hasta 150 kg de CO2 al año. Por lo tanto, son de gran importancia en una ciudad donde la contaminación suele ser una problemática importante. Los árboles pueden mejorar la calidad del aire, haciendo de las ciudades lugares más saludables para vivir.
Finalmente, los árboles regulan el flujo del agua y desempeñan un papel clave en la prevención de inundaciones y en la reducción de riesgos de desastres naturales. Un árbol maduro de hoja verde permanente puede interceptar más de 15.000 litros de agua al año.
En conclusión, los beneficios de carácter ambiental que ofrece la plantación de arbolado en la ciudad de Molina de Segura y en sus zonas verdes son:
- Mejora del confort térmico y la posible reducción de contaminación ambiental, mejorando las características del aire urbano.
- Mejora de la salud física de la ciudadanía posibilitando el desarrollo de actividades físicas o lúdicas, y el bienestar mental derivado de las cualidades estéticas naturales y la generación de lugares de referencia para la sociedad. Una ciudad con una infraestructura verde bien planificada y manejada se vuelve más resiliente y sostenible.
- Mejora de la capacidad adaptativa del municipio frente a los efectos esperados de cambio climático. Por ejemplo, frente a lluvias torrenciales y/o inundaciones, los árboles dosifican el agua de lluvia a través de sus hojas y absorben la misma a través de sus raíces, disminuyendo la sobrecarga de la red de drenaje de Molina de Segura, a la vez que se recargan los acuíferos subterráneos.
- Menor exposición de personas frente a eventos extremos como olas de calor. Los árboles dotan de mayores zonas de sombra para poder desplazarse entre los diferentes puntos de un municipio.
- Aumento de la humedad ambiental: efecto refrescante.
- Disminución de la erosión del terreno.
- Generación de oxígeno y consumo de CO2, actuando como sumidero de carbono.
- Control de inundaciones. Las superficies selladas, como las carreteras y los edificios, en las zonas urbanas aumentan la cantidad y la velocidad del agua que fluye después de lluvias prolongadas o copiosas. Los árboles aumentar el control de agua de lluvia y reducen la demanda en los drenajes pluviales.
- Aumento de la biodiversidad en el medio urbano. Otra consecuencia del cambio climático es la pérdida de la biodiversidad en el mundo. La biodiversidad se define como la variabilidad entre organismos vivos de todos tipos de ecosistemas.