La publicación de la monografía sobre el estado de la población reproductora a nivel nacional y la declaración de la especie como ave del año ponen de manifiesto la necesidad de declarar a la especie como en peligro de extinción y de establecer medidas efectivas de protección.
Los territorios de alzacola en la Región de Murcia continúan desapareciendo, mientras que la población aguileña, hasta el momento relativamente estable, sigue sufriendo las consecuencias de la agricultura intensiva, con continuas roturaciones del terreno.
La Asociación pide la actualización de la Ley autonómica que protege a la fauna silvestre (Ley 7/1995) y la declaración del alzacola como En Peligro.
El alzacola rojizo (Cercotrichas galactotes) ha sido elegido en 2022 como ave del año, iniciativa promovida por Seo/BirdLife en la que cada año los socios seleccionan una especie de ave para poner de manifiesto las amenazas que pesan sobre esa especie. Se trata normalmente de especies con un cierto grado de amenaza o ser especies representativas de ciertos ecosistemas amenazados. De esta forma, nos podemos hacer una idea del delicado estado en el que se encuentra la especie y la preocupación de la sociedad por la misma.
Además, también este año ha sido publicada la monografía nacional sobre el estado de la población reproductora de alzacola, que ha contado con un gran esfuerzo del Grupo de Trabajo Nacional del Alzacola Rojizo y ha sido dirigida desde la Universidad de Alicante. ANSE forma parte de este grupo y ha sido la entidad encargada de coordinar los censos de la especie en la Región de Murcia, habiéndose detectado un fuerte declive respecto al año 2003, año en el que también se realizaron censos, y cuyos resultados quedan recogidos en la anterior monografía de la especie.
La población murciana de alzacola lleva sufriendo una reducción drástica desde la década de los 70-80, con la llegada del trasvase Tajo-Segura, momento en el que se cambió el sistema de producción agrícola dominante, eliminándose grandes superficies de agricultura de secano y pasando a implementarse de manera general una agricultura intensiva.
Hasta hace relativamente poco (menos de dos décadas), existían dos núcleos claramente diferenciados con presencia de alzacola en la región. El primero de ellos ubicado en la Vega Alta de la región, el segundo en las zonas bajas y ramblas de las sierras litorales de Mazarrón y Águilas. Sin embargo, el primero ha pasado prácticamente a extinguirse en cuestión de menos de una década.
El alzacola rojizo se enfrenta a una situación de drástico declive en nuestra región. Las pocas parejas de las que teníamos constancia en la Vega del Segura han desaparecido prácticamente; en el Altiplano hay citas muy puntuales de la especie; en Mazarrón los territorios están muy dispersos y fragmentados, y cada año desaparece algún territorio conocido. En Águilas, en cambio, la población parece responder de manera diferente, manteniéndose estable y albergando por el momento el mayor número de parejas reproductoras de la región.
No obstante, es en Águilas también donde se ha detectado el desarrollo de malas prácticas en la gestión de los espacios naturales que los alzacolas eligen como área de cría. La llegada de los invernaderos hasta prácticamente la Marina de Cope, la eliminación de cubierta de vegetación de saladar y la implantación de cultivo de regadío intensivo ha hecho que estas parejas vayan redistribuyéndose. Aunque el número de parejas reproductoras todavía no ha experimentado aquí un fuerte declive, será cuestión de tiempo que terminen por desaparecer si no se respeta la vegetación natural y se sigue alterando el hábitat que ocupan.
Cabe también señalar una nueva amenaza que acecha sobre varios territorios conocidos en Jumilla y Puerto Lumbreras principalmente: las plantas fotovoltaicas. Estas instalaciones posiblemente acaben provocando la extinción de los pocos territorios conocidos en estos municipios, pues su implantación trae consigo la destrucción del hábitat original.
Por último, cabe señalar que, a pesar de ser una especie altamente amenazada, protegida a nivel nacional, en la Región de Murcia no consta bajo ninguna categoría de amenaza, pues la ley autonómica que protege a la fauna silvestre (Ley 7/1995) está desactualizada y los datos con los que se elaboró esta normativa no coinciden con estimas reales.
Desde ANSE se pide la actualización de esta ley así como la catalogación de la especie como “En Peligro”, ya que, como se indica en la monografía recientemente publicada, cumple sobradamente los requisitos necesarios para ello. De esta forma podremos frenar el daño antrópico que tanto está afectando a las pocas parejas de alzacola que tenemos en la Región de Murcia.
Mientras tanto, desde el Grupo de Anillamiento de ANSE se realiza cada año una labor de prospección de territorios conocidos para evaluar la tasa de retorno de las parejas, así como la prospección de otras zonas de hábitat potencial para albergar a la especie.