El pasado domingo falleció en Estados Unidos a los 92 años de edad el profesor de anatomía patológica y pediatría e Hijo Predilecto de Jumilla, Miguel Marín Padilla
Había nacido en Jumilla en julio de 1930, donde vivió hasta los 10 años, momento en cambia su residencia a Córdoba por el traslado de su padre, que era notario. Sin embargo, nunca perdió su vinculación con Jumilla, donde siempre volvió cada vez que pudo y conserva muchos amigos.
En 2019 envió desde Estados Unidos su legado científico a Jumilla, con el fin de que se cree en un municipio un centro de investigación del cerebro. Tenía previsto volver en marzo de 2020 con una de sus hijas para ver cómo había llegado el material y hacer inventario, pero la pandemia lo impidió.
Estudió en la Facultad de Medicina de Granada. Le interesaba más el entendimiento de las enfermedades que los enfermos, por lo que en 1956, sin saber una palabra de inglés, se marchó a Nueva York. Empezó como interino en un hospital en New Jersey. Luego se especializó en patología pediátrica en Boston, en el Instituto Mallory, y de allí a Dartmouth. En 1989, le concedieron el premio de neurociencia más importante que se otorga en Estados Unidos: el Jacob Javits.
Siempre trabajó siguiendo los métodos de Cajal para realizar los cortes cerebrales. Así, comenzó a ver las neuronas en tres dimensiones, dentro del bloque, y cómo se comunican entre sí. Saber qué ocurre en el cerebro cuando se daña le llevó gran parte del tiempo de sus investigaciones.
A lo largo de los años ha realizado multitud de publicaciones relacionadas con la enfermedad del Alzheimer y ha impartido conferencias en todo el mundo.
La alcaldesa, Juana Guardiola, ha resaltado del doctor Marín Padilla su valía tanto profesional como humana: «Tuve la inmensa suerte de conocerlo y disfrutar de su amistad. Es, sin duda, una gran pérdida que siento muchísimo».