No quieren que lo sepas

Noelia Arroyo calla, Joaquín Gómez calla, Ángel Martínez-Conde calla, pero nadie niega que conocieran los hechos y la posibilidad de la existencia de una trama de pago por servicios, que eran gratuitos, para beneficiar a una empresa mediante el adelanto de expedientes para conseguir subvenciones

El gran periodista Jesús Cintora (Ágreda, 1977) tituló su último, y exitoso libro, «No quieren que lo sepas», donde relata multitud de hechos que han sido silenciados y ocultados por no beneficiar a ciertos intereses y grupos de poder.

El libro, que si no lo ha leído le recomiendo encarecidamente que lo haga, va por su sexta edición y su autor lleva casi un año recorriéndose toda España presentándolo y contando sus vivencias, con lleno absoluto allá por donde va.

Es fácil ver mucha similitudes entre lo que cuenta Cintora en su libro y lo que sucede en la Región de Murcia desde hace demasiado tiempo: tramas que se ocultan, campañas de comunicación creadas para desviar la atención, y poderes económicos centrados en no dejar de ganar miles de euros a costa, muchas veces, de la ciudadanía de la Región y del medio ambiente.

El CEEIC, ese oscuro lugar

Esta semana hemos conocido el contenido de los audios que maneja Fiscalía en relación a una posible trama que se podría estar dando en el Centro Europeo de Empresas e Innovación de Cartagena (CEEIC) a través de supuestos pagos de servicios ‘en negro’ al jefe de Desarrollo y Financiación, Jose Carlos García, para adelantar o facilitar trámites que el propio CEEIC realizaba de manera gratuita.

Y lo más duro, a mi modo de ver de este asunto, no es ya la trama en sí, que también, sino que la gente que en teoría debe velar porque eso no pase, lo sabía y aparentemente no hizo nada, más allá de intentar taparlo.

Tal como contamos en exclusiva en LasNoticiasRM Joaquín Gómez, Noelia Arroyo y Ángel Martínez-Conde fueron informados de la supuesta trama de corrupción en el CEEIC denunciada ante Fiscalía, y no se conoce que ejercieran ninguna acción para investigar hasta que la noticia no saltó a medios nacionales el pasado mes de junio.

Recordemos que no son personas menores, estamos hablando del Director del Instituto de Fomento, la alcaldesa de Cartagena y el director del CEEIC, eso sin contar que tenemos confirmados que otros altos cargos del Gobierno regional y del Partido Popular también estaban informados de los hechos, además desde el año 2021.

Un trabajador del CEEIC detectó el asunto, debido al relato que le hace el CEO de una conocida empresa de innovación e inteligencia artificial de la Región de Murcia, cuyo nombre todos sabemos, pero por una cuestión de seguridad jurídica debemos omitir.

Este CEO se vino arriba y contó con todo tipo de detalles la manera y la forma en que pagaba «en negro» unos servicios que el CEEIC ofrece de forma gratuita, a quien denominó como «el mercenario».

Este empresario, cuya mercantil ha recibido mucho dinero vía subvenciones públicas y préstamos bonificados (casi 400.000 euros en su mayoría otorgados por el Gobierno de la Región de Murcia), afirmaba en las grabaciones a las que tuvo acceso LasNoticiasRM, que pagaba para que le adelantaran expedientes documentales que sirvieran como base para solicitar ayudas públicas.

El «mercenario», como repite una y otra vez el CEO a lo largo de las conversaciones, lo identifica como José Carlos García, un técnico con más de veinte años de experiencia, y del que dicen que lleva un ritmo de vida muy alto.

El modus operandi era sencillo: el «mercenario» supuestamente cobraba en negro por adelantar documentación y estudios, y cuando la cosa aumentó de volumen contrataron a su mujer, siempre según la versión del CEO de la empresa, para maquillar el dinero que se llevaba en negro y que por su cantidad ya podría levantar sospechas.

Además, la supuesta contratación de la mujer de «el mercenario», fue fantasma: no pisó ni un día las instalaciones de la empresa. De hecho preguntas a los trabajadores y afirman que nadie la vio jamás, como también lo afirma el CEO en sus conversaciones.

La paradoja de esta historia es que el trabajador del CEEIC quiso ser leal a su empresa y se recorrió todas las puertas y despachos habidos y por haber para poner en conocimiento de los que mandaban los hechos, para que al menos lo investigaran.

Pero lo único que obtuvo fueron desprecios y portazos en las narices. Inacción aquí y allá. En definitiva, nadie le prestó el más mínimo interés. Y fue así como un día se fue a Fiscalía y denunció los hechos, que actualmente están siendo investigados por el ministerio público.

Noelia Arroyo lo sabía

La alcaldesa de Cartagena, y vicepresidenta del CEEIC, supo de los hechos en primera persona. El tono de sorpresa mientras le contaban la historia es llamativo. Pero lo es más que ella misma dijera «lo van a negar, lo van a negar», como si ya supiera de antemano como se funciona en este tipo de casos.

Pero más llamativo es ver que en realidad lo que le preocupaba no era la trama en si, sino que aquel asunto «puede trascender» y que «lo pueden utilizar políticamente”. Parece que notó el calor del fuego más cerca de lo que le hubiera gustado.

¿Y creen que con esta información acudió a la Fiscalía o lo puso en conocimiento de la Policía? Pues no, se comprometió a hablar con Javier Celdrán, ya fuera del Gobierno regional aparentemente, y con Joaquín Gómez, director del Instituto de Fomento, y a la postre máximo responsable del CEEIC.

Joaquín Gómez lo sabía

Tras la llamada de Noelia Arroyo a Joaquín Gómez, este se puso en contacto con el trabajador del CEEIC y llegaron a tener un encuentro en diciembre de 2021.

De aquella reunión, que se produjo casi de forma clandestina en la calle, surgió el compromiso del alto cargo regional de “sondear el tema” y a volver a hablar “antes de la Asamblea”, en relación a la reunión de la ejecutiva del CEEIC que tuvo lugar a final de 2021.

Pero misteriosamente, ese segundo encuentro nunca se produjo. De hecho, Joaquín Gómez cerró todas las vías de comunicación con el trabajador hasta que en febrero de 2022 le instó a hablar con el director del CEEIC, Ángel Martínez-Conde.

Ángel Martínez-Conde lo sabía

El director del CEEIC en aquellos momentos, puesto que se jubilaría de manera súbita poco después de saltar la noticia a medios nacionales, también supo en primera persona de los hechos. Pero claro, para él Jose Carlos García era «CR7», y tampoco le prestó la más mínima atención.

Es interesante parar a contar un detalle del señor Martínez-Conde: es primo del ministro de Jose María Aznar, Federico Trillo-Figueroa. El mismo Federico Trillo-Figueroa que fue declarado persona non grata por el Ayuntamiento de Cartagena tras la evolución del accidente militar del vuelo Yak 42 y su lamentable gestión posterior.

Cuando en el mes de junio salta la noticia a un medio nacional, Martínez-Conde activa a toda prisa el procedimiento de compliance del centro para de alguna manera maquillar la situación e intentar justificar que habían hecho algo.

El resultado del informe del compliance fue que no podían constatar nada de lo que el trabajador del CEEIC denunciaba, como no podía ser de otra manera.

El silencio se impone y nadie niega que lo supieran

Noelia Arroyo calla, Joaquín Gómez calla, Ángel Martínez-Conde calla, pero nadie niega que conocieran los hechos y la posibilidad de la existencia de una trama de pago por servicios, que eran gratuitos, para beneficiar a una empresa mediante el adelanto de expedientes para conseguir subvenciones

Todos lo sabían, pero nadie hizo nada

Noelia Arroyo lo sabía, pero calla. Joaquín Gómez lo sabía, pero calla. Ángel Martínez-Conde lo sabía y se prejubiló justo después de saltar la noticia.

En resumen, las personas que podrían haber arrojado luz sobre los hechos denunciados no parece que hicieran nada por aclarar la situación.

Por todo esto sigo pensando que no quieren que lo sepas, ni tú, ni yo, ni nadie. Pero la realidad es que los hechos están ahí, y la Fiscalía los está investigando. Veremos en qué queda el asunto.