Reclaman una moratoria de estas explotaciones y sus ampliaciones. Denuncian también que el medidor de amoniaco (NH3) de la estación de Lorca lleva ocho meses roto
Ecologistas en Acción han presentado ante la Dirección de Medio Natural las alegaciones contra el proyecto de ampliación de una explotación porcina hasta 6.000 plazas de cebo en el paraje Cortijo Collado, Diputación de Río en el municipio de Lorca. Este proyecto de ampliación viene a sobresaturar más el municipio de Lorca en instalaciones de ganadería industrial intensiva con los consiguientes impactos ambientales que ello conlleva.
En las alegaciones presentadas, critican el sobredimensionamiento, el consumo de agua y la emisión de gases contaminantes a la atmósfera (metano y amoniaco, entre otros), así como el alto volumen de purines generados. Todo ello implica el aumento de los impactos y el crecimiento insostenible de esta actividad industrial de ganadería intensiva. Esos enormes impactos ambientales derivados se definen como emisiones de amoniaco, de metano y vertidos de purines cargados de nitratos que pasan al suelo y a los acuíferos, así como el sobredimensionado consumo de agua, que afecta a los acuíferos o a la red municipal de agua potable, posibles dada la laxitud del control institucional.
Este proyecto de ampliación contribuirá aún más el crecimiento desordenado e insostenible y la proliferación caótica de macrogranjas en nuestra región, las afecciones y efectos sinérgicos en nuestro territorio, y especialmente, en un municipio con alta densidad de explotaciones ganaderas porcinas industriales como es el de Lorca.
Hace unos días, el pleno del Ayuntamiento de Lorca aprobó de forma definitiva la nueva normativa que regulará la construcción de las granjas de porcino, cuyo debate inicial hace 13 meses, motivó el triste asalto al edificio en el que se iba a celebrar la sesión para impedir su votación.
La ganadería de la región emite a la atmosfera toneladas de amoniaco (NH3), que además es precursor de la formación de partículas PM2.5, empeorando los datos de una de las zonas con más emisiones de amoniaco, como es la Comarca del Guadalentín, junto al Campo de Cartagena.
Ecologistas en Acción además denuncia falta de diligencia y pasividad de la Dirección General de Medio Ambiente, al permitir que continúe fuera de funcionamiento el medidor de amoniaco (NH3) de la estación de calidad del aire de Lorca, desde mediados de julio del 2022, que además es la única que mide estas emisiones provenientes de la ganadería industrial.
Murcia tiene 20 municipios con al menos una macrogranja, un 44’44% del total. Entre los 40 municipios con mayor número de estas industrias de España se encuentra el de Fuente Álamo, con 23 de porcino de cebo y 7 de madres reproductoras y Lorca, con 40 de porcino de cebo y 10 de madres reproductoras. Según la Consejería de Agricultura y Ganadería de Murcia, el pasado año la región tenía registradas más de 5.650 explotaciones ganaderas, la mayoría ubicadas en las comarcas del Valle del Guadalentín (2.561) y el Campo de Cartagena (1.070).
Con estos datos no es extraño que en nuestra región, las movilizaciones y concentraciones contra las macrogranjas y sus impactos ambientales y sociales ha sido una constante, como ejemplos Yecla, Jumilla, Lorca, Cehegín, Caravaca y Cieza. Ecologistas en Acción reitera la necesidad de una moratoria en la ampliación de las instalaciones como ésta y un Plan de Ordenación de la Ganadería Industrial.
Piensan que se necesitan un giro radical de las instituciones públicas, la crítica rigurosa a la demagogia de una parte del sector ganadero industrial y la apuesta por otro modelo, en el que prime la sostenibilidad y el cambio de pautas en el consumo.