Desviar aguas propias de la cuenca, captadas desde el río o desde una estación depuradora, reducirá los caudales circulantes en el Argos y en el Segura, con efectos ambientales negativos y también afecciones a otros usuarios, especialmente los regadíos tradicionales situados aguas abajo
Ecologistas en Acción-Región Murciana considera que no son aceptables unas obras que permitirán captar aguas propias de la cuenca para ser consumidas por un perímetro de regadío del trasvase Tajo-Segura, cuya normativa y prioridad es muy diferente a la de los regadíos que se abastecen con aguas propias de la cuenca.
El desvío de casi 600.000 metros cúbicos anuales desde el río Argos, en Calasparra, hacia regadíos del trasvase Tajo-Segura, supone en la práctica asignar unos recursos a los que no están legitimados, a costa de que reducir los recursos disponibles para los usuarios de la cuenca, especialmente los regadíos tradicionales situados aguas abajo del punto de captación, en la desembocadura del Argos en el río Segura. Además de estas afecciones a terceros, la detracción de caudales circulantes afectará negativamente al estado del Argos y del Segura, así como a los hábitats y biodiversidad que albergan.
Por otra parte, no es aceptable que las aguas depuradas, en este caso de la EDAR de Calasparra, se asignen a un nuevo uso como son los regantes del trasvase Tajo-Segura, como si se trataran de una fuente nueva o adicional de recursos hídricos, cuando en realidad ya formaban y forman parte de los caudales del río y, por tanto, ya estaban asignadas al conjunto de usos y usuarios de la cuenca, que verán así mermados sus recursos disponibles por su desvío a los perímetros del trasvase Tajo-Segura.
Finalmente, las obras previstas, que incluyen infraestructuras de captación y bombeo, balsa de almacenamiento, perforación horizontal por debajo del cauce del río Segura y nueva línea de tensión eléctrica, darán lugar a impactos ambientales inaceptables sobre los espacios de la Red Natura 2000 afectados directamente por las obras: la ZEPA Sierra del Molino, Embalse del Quípar y Llanos del Cagitán, y la ZEC Sierras y Vega Alta del Segura y Ríos Alhárabe y Moratalla, y sobre los ríos Argos y Segura, los cuales constituyen “Zona de Conservación Prioritaria” en el Plan de Gestión Integral de la Red Natura 2000 de estos espacios.
Hay que recordar que los ríos Argos y Segura presentan en esta zona un elevado grado de conservación, por lo que el proyecto supondrá una impacto negativo sobre ecosistemas fluviales bien conservados, desgraciadamente cada vez más escasos en la Región de Murcia y en la cuenca del Segura.
Por todo ello Ecologistas en Acción-Región Murcia pide que se rechace dicho proyecto de captación y desvío de agua desde el río Argos a los perímetros del trasvase Tajo-Segura.