La portavoz del PSOE en Molina de Segura denuncia el empeoramiento del servicio de atención a la ciudadanía desde que José Ángel Alfonso ocupó la alcaldía
La gestión de renovación de las tarjetas de Movilidad ha sufrido dos ampliaciones por la falta de planificación (una primera, de abril a mayo, y otra segunda, de mayo a junio) y ha provocado largas colas.
A esto se le suma un retraso en la entrega de nuevas tarjetas porque no adquirieron el número suficiente de soportes.
“Cada paso que da el Gobierno de José Ángel Alfonso, hasta en acciones rutinarias como estas, se convierte en un caos para la ciudadanía. Se demuestra que es un alcalde ausente que trabaja desde la improvisación y provoca una nefasta gestión. Molina de Segura le queda grande y no es capaz de dar respuesta ni a las necesidades básicas, ni a los trámites administrativos tan habituales como la renovación de una tarjeta o el pago de un impuesto, sin que esto cree un revuelo”, afirma Gadea Martínez.
El recibo del Impuesto de Vehículos no llega a los domicilios
Los vecinos de Molina de Segura mostraron su malestar porque los recibos del impuesto de vehículos no llegaron a sus casas. Esto obligó de nuevo a ampliar el plazo de abono (hasta hoy, 20 de mayo). El PSOE considera que la falta de planificación vuelve a hacerse palpable.
El pago del recibo del IBI también está suponiendo un verdadero caos
Al igual que con el recibo del Impuesto de Vehículos, el del IBI tampoco está llegando a todos los domicilios, se están provocando esperas y una deficiente atención a la ciudadanía.
“Los vecinos y vecinas se quejan de que es imposible que los trabajadores saturados les atiendan ni telefónicamente”, reseña la portavoz socialista.
Un costoso convenio para incluir pagos voluntarios que está provocando un deterioro del servicio.
El PSOE recuerda que la ampliación del convenio con la ATRM supondrá un coste de más de 300 mil euros.
El Ayuntamiento pagará 1.045.228,69 €, un 3,5% de toda la recaudación municipal por un servicio que se estaba desempeñando anteriormente sin ningún tipo de sobrecoste.
“En las mejores previsiones el gobierno municipal asegura que ingresará unos 700.000 euros, lo que hace que el consistorio pierda 300.000 euros y todo para prestar un peor servicio. Nadie puede entender esta operación que le cuesta dinero a todos los molinenses”, concluye Gadea Martínez.