Personal del Servicio Murciano de Salud se ha concentrado hoy, convocados por UGT, a las puertas de urgencias del Hospital Santa Lucía para apoyar a los médicos de urgencias del área de Cartagena, quienes han dicho, alto y claro, que no pueden más, que están agotados, con la soga al cuello, que sufren un maltrato continuado por parte del Servicio Murciano de Salud (SMS) desde hace 14 años y han pedido más personal para ofrecer un servicio de calidad con unas condiciones laborales decentes
Al respecto, Mari Carmen Martínez, médica de urgencias y delegada de UGT, ha explicado que en 2010 se abrió la puerta de Urgencias del Santa Lucía, que tenía atender también la puerta del Rosell, y que para ello solo había 6 facultativos, los mismos que continúan a día de hoy, cuando para otros hospitales de la Región la cifra puede ser de 6 o 7 para cada servicio, lo que les obliga a hacer unas 6 guardias al mes.
Martínez ha criticado que el SMS cada año les exige más, al tiempo que desprestigia su imagen socialmente llamándoles “peseteros” y diciendo que no realizan todas las horas ordinarias que deberían.
“La propia administración, cuando quiere dejar por caraduras a los médicos, dice que nos gusta mucho el dinero. No es cierto, nos obligan a hacer una guardia cada 6 días y ahora, en verano, cada 4 días. Al final, el cómputo anual es de 2900/3000horas, horas que ellos califican de extraordinarias, aunque llevamos haciéndolas 20 años”, aclara.
Además, según ha relatado, el volumen de trabajo al que se someten es inhumano, y como ejemplo ha citado el pasado 2 de mayo, en el que tuvieron que hacer más de 500 asistencias (350 en Santa Lucía y 200 en el Rosell), algo que no se les exige a médicos de planta, con los que los comparan constantemente, aunque ni hacen las mismas guardias, ni atienden al mismo número de usuarios.
Martínez, quien ha calificado de esclavitud esta forma de trabajar, ha afirmado que la gota que ha colmado el vaso es que después de 14 años atendiendo dos puertas de urgencias con 6 profesionales “te quiten tus vacaciones, que no tengas derecho a la conciliación familiar, que no tengas derecho, en caso de tener un familiar con dependencia, a una reducción de jornada; y que no se negocie nada, que todo sea impuesto y machacando”.
Por último, Mari Carmen Martínez ha afirmado que, de seguir así, la ciudadanía de Cartagena está totalmente desatendida, una ciudadanía a la que le pide comprensión, porque estos están agotados y la sociedad debe saberlo, en alusión a las constantes amenazas y agresiones, como las del pasado día 1, en el que los familiares de un usuario agredieron, física y verbalmente, a un médico y un celador cuando se les comunicó la muerte de este.