Informe estatal de calidad del aire 2023: resultados para Región de Murcia
El informe sobre la calidad del aire de Ecologistas en Acción concluye que 1,3 millones de murcianos estuvieron expuestos durante 2023 a una contaminación que excede los nuevos límites aprobados para 2030 por el Parlamento Europeo.
En el segundo año más cálido desde 1961, se produjeron diversos episodios de contaminación por partículas y ozono, presentando las peores situaciones el Valle de Escombreras, la Zona Centro y las aglomeraciones de Cartagena y Murcia.
Las áreas urbanas de Cartagena y Murcia incumplieron el nuevo límite legal anual del dióxido de nitrógeno. Pero Lorca, Molina de Segura y Murcia no han implantado las obligadas zonas de bajas emisiones, y la aprobada en Cartagena es anecdótica.
El informe elaborado por Ecologistas en Acción analiza los datos recogidos en 785 estaciones oficiales de medición instaladas en todo el Estado español, entre ellas 11 situadas en la Región de Murcia. Entre sus principales conclusiones, destacan:
Durante 2023 la calidad del aire en la Región de Murcia ha mejorado respecto a los años 2022 y anteriores a la pandemia, con una reducción significativa de los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) y ozono, en porcentajes superiores al 20 % respecto a los promedios del periodo 2012-2019, pero aumentando un 9 % los de las partículas respirables (PM10).
El informe de Ecologistas en Acción toma como referencia los nuevos valores límite aprobados por el Parlamento Europeo el pasado 26 de abril, que deberán alcanzarse antes de 2030. De acuerdo a esos umbrales, el aire contaminado afectó en 2023 a toda la población murciana salvo la de la zona Norte, lo que expresa la magnitud del reto a asumir por las administraciones en los próximos años para alinearse con la nueva legislación.
Considerando la normativa todavía vigente, no hubo población que respirara aire contaminado ni superficie expuesta a niveles de contaminación que dañan la vegetación, por encima de los obsoletos límites legales actuales. Si bien los niveles de partículas y de ozono excedieron dichos límites en el Valle de Escombreras, en las estaciones Príncipe Felipe (valor límite diario de PM10) y Alumbres (protección de la vegetación de ozono).
Y si se tienen en cuenta los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), mucho más estrictos que los límites legales vigentes y nuevos, y el objetivo a largo plazo para proteger la vegetación de la Unión Europea, el aire contaminado afectó en 2023 a la totalidad de la población y el territorio murcianos.
El año 2023 fue seco y el segundo más cálido en España desde al menos 1961. La estabilidad atmosférica activó los episodios de contaminación por partículas, en su mayor parte procedentes del norte de África. El alto calor estival contribuyó al aumento del ozono, en especial durante las olas de calor de julio y agosto. El cambio climático se confirma como un factor determinante en el agravamiento de los episodios de mala calidad del aire.
El factor esencial para explicar la caída de la contaminación atmosférica durante 2023 es la evolución de la actividad económica tras la pandemia de la COVID-19. El consumo de combustibles fósiles y electricidad se redujo el año pasado y las fuentes renovables cubrieron más de la mitad de la demanda eléctrica, limitando las emisiones de las centrales térmicas de gas, estando cerradas la mayoría de las de carbón, las más contaminantes.
Las partículas (PM10 y PM2,5) y el dióxido de nitrógeno (NO2) en el aire siguieron afectando a la totalidad de la población murciana. Las partículas presentaron la peor situación en el Valle de Escombreras, la Zona Centro y las aglomeraciones de Cartagena y Murcia. Estas dos áreas urbanas incumplieron el nuevo límite legal anual del dióxido de nitrógeno. El ozono afectó a las áreas suburbanas y rurales a sotavento de las ciudades.
La contaminación del aire debería abordarse como un problema sanitario de primer orden. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, en 2021 fallecieron prematuramente hasta 21.000 personas en el Estado español por enfermedades agravadas por la mala calidad del aire, más de 600 de ellas en la Región de Murcia, según el Instituto de Salud Global. Los costes sanitarios y laborales derivados de la contaminación atmosférica representan según el Banco Mundial 50.000 millones de dólares al año, un 3,5 % del PIB español.
Los Planes de Mejora de la Calidad del Aire son obligatorios según la legislación vigente, pero una decena de Comunidades Autónomas siguen incumpliendo su obligación de elaborarlos para rebajar el ozono en las zonas donde se exceden los objetivos legales. El Gobierno de Murcia sigue incumpliendo su obligación de aprobar planes de lucha contra la contaminación por ozono en todas las zonas de la región, por lo que Ecologistas en Acción le ha demandado ante el Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia.
Vencido hace año y medio el plazo para que todos los municipios de más de 50.000 habitantes establezcan zonas de bajas emisiones, para mejorar la calidad del aire y mitigar el cambio climático, Lorca, Molina de Segura y Murcia no las han implantado, pese a los abundantes fondos europeos que están recibiendo para ello, siendo ineficaz por su mínimo tamaño y laxo acceso la aprobada en Cartagena. El Ayuntamiento y la Región de Murcia tampoco han actualizado sus protocolos frente a los episodios de mala calidad del aire.
La única forma de mejorar la calidad del aire en las ciudades es disminuir el tráfico motorizado, potenciando la movilidad activa peatonal y ciclista y el transporte público limpio. También es necesario promover el ahorro energético, adoptar las mejores técnicas industriales disponibles, cerrar las centrales térmicas de combustibles fósiles, penalizar el diésel, reducir el uso del avión, acelerar el área de control de las emisiones del transporte marítimo del Mar Mediterráneo, y una moratoria de las nuevas macrogranjas ganaderas.