Catherine Russell: «Estoy horrorizada por las noticias que nos llegan hoy de Ucrania, según las cuales al menos 150 personas han muerto o han resultado heridas, y un hospital infantil ha sufrido graves daños en Kiev, durante una oleada de mortíferos ataques con misiles en todo el país»
El aluvión de misiles ha caído en ciudades como Kyiv, Dnipro, Kryvyi Rih, Sloviansk y Kramatorsk. Aún no sabemos el número de niñas y niños muertos o heridos en estos ataques.
Mi corazón está con quienes han perdido a sus seres queridos.
El ataque contra el hospital Okhmatdyt, el mayor centro médico pediátrico del país, es otro brutal recordatorio de que en Ucrania no hay ningún lugar seguro para los niños y las niñas. Los hospitales deberían ser refugios seguros: tienen otorgado un nivel especial de protección en virtud del derecho internacional. Los civiles, incluidos niños y niñas, así como las instalaciones y servicios de los que dependen, deben estar siempre protegidos.
Casi tres años después de la escalada del conflicto en Ucrania, no parece haber fin al horror que los niños, las niñas y sus familias se ven obligados a soportar.
UNICEF seguirá trabajando en toda Ucrania, incluidas las zonas en primera línea de combate, para responder a las necesidades inmediatas de los niños, las niñas y sus familias. Esto incluye proporcionar servicios y suministros vitales, así como apoyo psicosocial y de salud mental. UNICEF ya está proporcionando suministros de emergencia al Hospital Okhmatdyt y está preparado para ayudar a las comunidades afectadas por los ataques de hoy. Más que ninguna otra cosa, los niños y las niñas de Ucrania necesitan una paz duradera».