Las altas radiaciones solares, el cloro y bacterias que se encuentran en el agua, y el aire acondicionado, son los principales escenarios que tener en cuenta a la hora de cuidar nuestros ojos
Unas gafas de sol homologadas pueden filtrar hasta el 100% de la radiación UV
La llegada del verano y, por tanto, de las altas temperaturas, hace que aumenten los riesgos oculares que se puedan padecer. Los ojos son uno de los órganos más afectados frente a la radiación solar, el contacto con el agua (tanto del mar como de la piscina), la arena, el calor y el aire acondicionado son algunos de los factores que pueden poner en jaque nuestra salud visual.
«La gente está principalmente concienciada con proteger su piel en la época estival, pero nos hemos encontrado que el cuidado de los ojos es todavía una asignatura pendiente» explica la Presidenta del Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de la Región de Murcia. «Es muy importante mencionar que en verano la radiación solar aumenta exponencialmente y no únicamente es importante protegerse en días soleados, sino también en aquellos nubosos, ya que las nubes dejan pasar el 90% de la radiación ultravioleta».
El sol es el principal enemigo de los ojos en esta época y puede ocasionar un gran número de afecciones si no se tiene cuidado, pero el pasar tanto tiempo en el mar o en la piscina, o exponerlos durante largos periodos frente al aire acondicionado, también puede generar algunos problemas en la salud.
Los 3 escenarios donde hay que ser precavido
1. Bajo el sol:
Algunas de las recomendaciones son:
Uso de unas buenas gafas de sol, las cuales estén homologadas y testadas, ya que filtrarán entre el 95% y el 100% de la radiación UV.
Es importante reducir las horas de exposición solar duraderas, especialmente en las horas de más radiación. Además, en verano no hay que subestimar los reflejos de la luz, puesto que al igual que pasa con la nieve, la arena de la playa y el agua reflejan entre un 10% y un 25% la luz solar.
En menor medida que las mencionadas anteriormente, los rayos UV pueden llegar a producir afecciones en la retina o incluso acelerar la aparición de cataratas. En este punto
2. En las piscinas y playas
El cloro es necesario para mantener el correcto mantenimiento de las piscinas. Sin embargo, hay que tener cuidado con el contacto de esta sustancia en los ojos, ya que un exceso puede resultar perjudicial. En las piscinas también se encuentra la bacteria Acanthamoeba, la cual afecta a los portadores de lentes de contacto y que produce la queratitis.
Reduce el uso de lentillas: las lentillas favorecen la sequedad en los ojos, más aún con los factores de riesgo del verano. Por eso es importante extremar la higiene en su utilización.
Protégete con gafas de bucear para evitar el contacto directo con la sal, el cloro, y los diferentes organismos que se encuentran en el agua.
3. Aire acondicionado
Las altas temperaturas obligan a que la mayoría de los lugares enciendan el aire acondicionado. Los ojos se ven afectados, ya que el aire frío reseca más que el aire caliente.
La mejor solución contra el ojo seco es el uso de lágrimas artificiales, las cuales ayudarán a hidratar la superficie ocular y a disminuir la concentración de alérgenos y partículas.
Es importante que antes de los viajes por carretera frecuentes en esta estación, revisemos la vista y acudamos al óptico-optometrista. Podemos aplicar estos consejos tanto en verano como el resto del año. Si los complementamos con unos hábitos de vida saludable, como evitar la exposición al humo del tabaco, mantenerse hidratado o llevar una correcta alimentación y dieta equilibrada (elementos como el Omega 3 y las vitaminas A, C y E son beneficiosos para nuestra salud visual), estaremos dando la mejor protección a nuestros ojos.