La formación considera el resultado un precedente democrático en defensa del territorio, la salud pública y el futuro de los pueblos de la Región de Murcia
Izquierda Unida-Verdes de la Región de Murcia ha valorado de forma muy positiva el resultado de la consulta popular celebrada en Las Torres de Cotillas sobre la instalación de una planta de biogás, en la que se impuso de manera clara el “No” impulsado por la plataforma vecinal. Para la formación, el rechazo ciudadano expresado en las urnas constituye una muestra inequívoca de democracia participativa y de defensa del territorio frente a proyectos que, según sostienen, se plantean sin consenso social ni garantías suficientes.
La coordinadora regional de Izquierda Unida-Verdes, Penélope Luna, ha felicitado públicamente a la plataforma vecinal y al conjunto de la ciudadanía del municipio por lo que ha definido como “una movilización ejemplar”. A su juicio, el proceso vivido en Las Torres de Cotillas demuestra que cuando la población tiene la oportunidad de decidir directamente sobre cuestiones que afectan a su entorno, se refuerza la protección del territorio y el interés general. La consulta, celebrada con el respaldo de una amplia participación, ha permitido que la posición mayoritaria de los vecinos y vecinas quede reflejada de forma clara y democrática .
Desde Izquierda Unida-Verdes subrayan que el resultado no solo supone un rechazo concreto a un proyecto determinado, sino que lanza un mensaje político y social de mayor alcance sobre el modelo de desarrollo que se quiere para los municipios de la Región de Murcia. En este sentido, la formación destaca el valor del proceso como ejercicio de soberanía popular y como ejemplo de cómo la ciudadanía puede intervenir de manera directa en decisiones estratégicas.
Un precedente democrático para el conjunto de la Región de Murcia
La coordinadora regional de IU-Verdes ha señalado que el resultado de la consulta popular de Las Torres de Cotillas “sienta un precedente muy importante para el conjunto de la Región de Murcia”. Según ha explicado, se trata de una victoria de la democracia participativa y de la soberanía del territorio frente a modelos que priorizan intereses privados por encima del bienestar colectivo y de las necesidades reales de la población.
Para la formación de izquierdas, el proceso vivido en el municipio pone de relieve la importancia de habilitar mecanismos de participación directa cuando se trata de proyectos con un fuerte impacto social, ambiental y territorial. Penélope Luna ha defendido que las decisiones que afectan de forma profunda al entorno y a la calidad de vida de los vecinos deben contar siempre con la voz de quienes habitan esos territorios, y no limitarse a acuerdos administrativos o políticos alejados de la ciudadanía.
IU-Verdes considera que la consulta de Las Torres de Cotillas refuerza la legitimidad de este tipo de herramientas democráticas y demuestra que existe una demanda social creciente de participar activamente en la toma de decisiones. En este sentido, la formación entiende que el resultado no puede interpretarse como un hecho aislado, sino como un aviso claro de que la ciudadanía reclama un mayor protagonismo en la definición del futuro de sus pueblos y ciudades.
El triunfo del “No”, promovido por la plataforma vecinal, es valorado por IU-Verdes como un ejemplo de organización social y de implicación colectiva. La formación destaca que la movilización ciudadana ha sido clave para visibilizar las preocupaciones existentes en torno al proyecto de biogás y para trasladarlas al ámbito institucional mediante un procedimiento democrático.
Defensa de la salud pública, el medioambiente y el futuro de los pueblos
Izquierda Unida-Verdes ha subrayado que el rechazo ciudadano a la planta de biogás supone también una defensa directa de la salud pública y del medioambiente. Según la formación, este tipo de proyectos generan un fuerte impacto ambiental y riesgos para la calidad de vida, especialmente cuando se ubican en entornos próximos a núcleos de población o en áreas rurales y periurbanas con un equilibrio ambiental frágil.
Desde IU-Verdes sostienen que la consulta ha permitido a la ciudadanía expresar su oposición a un modelo de desarrollo que consideran insostenible y poco respetuoso con el entorno. Para la formación, la defensa del “No” no responde a una negativa genérica al progreso, sino a la exigencia de alternativas que prioricen el bienestar colectivo, la protección del medioambiente y un desarrollo económico compatible con la vida en los municipios.
Penélope Luna ha señalado que la ciudadanía ha dejado claro que no quiere seguir siendo una “zona de sacrificio” para proyectos que concentran impactos negativos y beneficios limitados para el territorio. A su juicio, el resultado de la consulta demuestra que existen otras vías de desarrollo posibles y que la planificación de infraestructuras debe realizarse con criterios de sostenibilidad, transparencia y participación social.
IU-Verdes enmarca este debate en una reflexión más amplia sobre el modelo productivo y energético que se impulsa en la Región de Murcia. La formación considera que es necesario avanzar hacia alternativas que no comprometan la salud pública ni el equilibrio ambiental, y que cuenten con el respaldo informado de la ciudadanía. En este contexto, el rechazo a la planta de biogás es interpretado como una defensa del futuro de los pueblos y de su capacidad para decidir qué tipo de proyectos quieren acoger.
Exigencia de respeto al resultado y llamamiento a otros municipios
Izquierda Unida-Verdes ha exigido que el resultado de la consulta popular de Las Torres de Cotillas sea respetado y asumido por las administraciones competentes. Para la formación, el pronunciamiento de la ciudadanía debe traducirse en decisiones políticas y administrativas coherentes, que garanticen que el proyecto rechazado no siga adelante por otras vías.
La formación de izquierdas considera que ignorar o minimizar el resultado de una consulta popular supondría un grave desprecio a la voluntad democrática expresada por los vecinos y vecinas. Por ello, insiste en que las instituciones deben actuar con responsabilidad y coherencia, respetando el mandato ciudadano y evitando decisiones que puedan interpretarse como un incumplimiento del proceso participativo.
Además, IU-Verdes ha animado a otros municipios de la Región de Murcia a organizarse, informarse y ejercer su derecho a decidir frente a macroproyectos que, según advierten, ponen en riesgo el equilibrio ambiental, social y económico del territorio. La formación entiende que el caso de Las Torres de Cotillas puede servir de referencia para otras localidades que se enfrenten a iniciativas similares y que deseen abrir procesos de participación ciudadana.
Para Izquierda Unida-Verdes, la consulta popular celebrada en el municipio demuestra que la democracia participativa no solo es posible, sino necesaria para abordar debates complejos y con fuertes implicaciones territoriales. El triunfo del “No” es interpretado como una victoria colectiva que refuerza la capacidad de los pueblos para defender su salud, su entorno y su futuro, y como una llamada a replantear la forma en que se toman decisiones estratégicas en la Región de Murcia.
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